El sector logístico, al igual que muchos otros, se transforma gracias a la progresiva integración de modelos de inteligencia artificial (IA). No obstante, la tecnología logística que automatiza los procesos y reduce el trabajo manual lleva años en uso, y precede al surgimiento de la IA.

Hoy en día, un centro logístico moderno no puede funcionar sin diversas tecnologías de soporte, que abarcan desde software especializado hasta maquinaria específica para actividades como la gestión de almacenes, control de stock y preparación de pedidos.

Este artículo presenta un glosario de las tecnologías logísticas más importantes que se utilizan actualmente, y plantea una mirada hacia las herramientas que se integrarán próximamente.

Glosario de tecnología logística

Bar Scanner: los lectores de códigos de barras son parte fundamental del trabajo logístico diario. Facilitan la gestión de inventarios y el control de mercancías.

Big Data: son tecnologías de software que permiten almacenar, procesar y analizar grandes volúmenes de datos. Sirven para predecir tendencias y mejorar la toma de decisiones.

Cinta sorter: cinta transportadora con sensores que identifican y separan artículos según criterios específicos, como tamaño, peso o destino. Es útil en entornos de alto volumen, como centros de distribución y almacenes de e-commerce.

PDA (Personal Digital Assistant): dispositivo portátil, con lector de barras integrado, que permite a los operarios acceder a información en tiempo real de un producto.

Pick to Light: tecnología empleada para recoger artículos de las estanterías de picking. Emplea luces LED que se van encendiendo y, según se ejecuta, el picker recoge los productos y apaga dichas luces.

Put to Light: mecanismo de luces para agrupar mercancías extraídas de las estanterías y dirigirlas hacia el pedido individual correcto. El luminoso está en una gaveta que agrupa las distintas referencias por cada pedido. Este proceso también es conocido como «ventilación».

RFID (Identificación por radiofrecuencia): etiquetas electrónicas para identificar y rastrear productos de forma automática. Permite una gestión más eficiente del inventario y una mayor visibilidad en la cadena de suministro.

Robótica: se refiere al uso de robots para automatizar diversas tareas. Esto incluye brazos mecánicos equipados con pinzas o garras, robots móviles y drones. Estas innovaciones son útiles en todas las etapas de la logística, desde la gestión del almacén y la preparación de pedidos hasta el transporte de mercancías.

SGA: un software que centraliza la gestión de un almacén. Permite controlar el flujo de mercancías, gestionar inventarios, seguir pedidos, etc. Se integra con las herramientas de gestión empresarial de clientes y proveedores (ERP), para conseguir una trazabilidad integral.

Tecnología logística del futuro próximo

El glosario anterior detalla tecnologías que ya son comunes en el ámbito logístico, pero la adopción de nuevas herramientas avanza a un ritmo acelerado, lo que sugiere que el panorama cambiará pronto. 

Se anticipa un papel destacado para la realidad aumentada, que permitirá a los operarios observar información digital superpuesta sobre el entorno físico mediante tabletas o lentes especiales.

Asimismo, el Internet de las Cosas (IoT) tendrá una presencia significativa, ya que tanto las instalaciones logísticas como las mercancías almacenadas contarán con sensores que recolectarán datos precisos sobre su situación y estado en todo momento.

La inteligencia artificial se integrará de manera definitiva, aportando diversas utilidades como el análisis de datos, el seguimiento de pedidos e incluso la automatización de decisiones en distintos escenarios.

Por último, las tecnologías de asistencia a la conducción se masificarán en el transporte, con la posibilidad de implementar conducción autónoma en ciertas áreas, siempre bajo la supervisión del conductor en el habitáculo. Esto optimizará las rutas y hará que el transporte logístico sea mucho más eficiente.

Las personas serán más importantes

Aunque la tecnología logística conlleva cambios, incluso drásticos, en la forma de trabajar, esto no implica un reemplazo del ser humano por la máquina. Por el contrario, el rol del trabajador será mucho más significativo.

Muchas tareas logísticas son reiterativas y requieren esfuerzo físico, como cargar cajas en la zona de picking o empaquetar productos. Al automatizar parte de estas actividades, las máquinas asumirán las labores más pesadas y monótonas, lo que permitirá que los operarios se enfoquen en tareas que exigen habilidades más complejas y creativas.

Esto podría incluir la supervisión de procesos, el análisis de datos para la mejora de operaciones y la resolución de problemas en tiempo real. Los trabajadores podrán dedicar más tiempo a la gestión de relaciones con los clientes, asegurando que sus necesidades sean atendidas de manera eficiente y personalizada.

Además, la interacción entre humanos y máquinas fomentará un entorno colaborativo donde la experiencia y el juicio humano complementan la precisión y velocidad de las tecnologías.

Por estos motivos, ya se dice que para trabajar en logística, más que músculos, hace falta formación.

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